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Hermanas Clarisas de Ushuaia conmemoraron el Día de Santa Clara de Asís

Hermanas Clarisas de Ushuaia conmemoraron el Día de Santa Clara de Asís

Las Hermanas Clarisas que se encuentran en Ushuaia, conmemoraron el Día de Santa Clara de Asís, éste jueves 11 de agosto con una Celebración Eucarística de Acción de Gracias en la parroquia Sagrada Familia, oficiada por el capellán de la Armada Argentina, presbítero José Luis Toya.

 

"Las Hermanas Clarisas fueron las reconocidas del día", comentaron desde la parroquia Sagrada Familia, agregando que "con ellas este momento tan especial, en agradecimiento por todo lo que nos brindan y más en estos tiempos tan difíciles para nuestra parroquia. Gracias Hermana Elena y Hermana Dora Lía".

 

Santa Clara, fundadora de la Orden de las Clarisas, vivió en los años 1200 y se formó con San Francisco de Asís, junto a él formó la Orden de las Hermanas Pobres dedicada a las mujeres, más conocidas como clarisas, la rama femenina de los franciscanos.

Clara nació el 16 de julio de 1194 en Asís (actual Italia), hija de Favorino Sfici y de Ortolana Eiumi. Sus padres pertenecían a la nobleza y la familia vivía en un gran palacio. Además de Clara, tenían otros cuatro hijos: Boson, Renenda, Inés y Beatriz. Ya de muy pequeña, ella practicó la oración y la penitencia con regularidad.

A los 18 años, fue a la iglesia de San Giorgio, donde Francisco de Asís predicaba sobre la cuaresma. Después de escucharlo le pidió que la ayudara a vivir, como él, “según el Evangelio”.

Entonces, Francisco se convirtió en el guía espiritual de la joven. El 20 de marzo de 1212, Clara abandonó su hogar, acompañada por su tía Bianca, y llegó a la Porciúncula, donde vivían los frailes menores. Esa misma noche, frente al Cristo de San Damián, renunció para siempre a las cosas del mundo, recibió el hábito de los hermanos menores y la tonsura, por parte del propio San Francisco de Asís.

Esta fecha, que coincidió con el Domingo de Ramos, se considera como la de la fundación de la Orden de las Hermanas Pobres, la Segunda Orden de San Francisco. Aunque su padre trató de que volviera a su hogar, ella se opuso con firmeza y Francisco decidió trasladarla a Sant´Angelo in Panzo, para que estuviera más segura. Su siguiente destino fue San Damiano, donde asumió como abadesa, por encargo de San Francisco, en 1215.

Mantuvo ese cargo hasta su muerte. La mortificación, el ayuno, una alimentación basada en pan y agua, y la oración eran los principales componentes de su vida. “El amor que no puede sufrir no es digno de ese nombre” es una de las frases más conocidas de alguien que también destacó por su ternura y su amor al prójimo. Como el Concilio de Letrán (1215) impidió a las nuevas órdenes tener sus propias reglas, las clarisas adoptaron, en principio, la Regla de San Benito, que les permitía tener propiedades.

Clara se opuso y consiguió que el papa Inocencio III les concediera el “privilegio de la pobreza”. Hubo nuevas modificaciones hasta que Clara decidió redactar su propia Regla para las clarisas. Esta es la primera Regla realizada por una mujer en la historia de la Iglesia Católica. Durante 27 de los 40 años que fue abadesa, Clara estuvo enferma y supo sobrellevar estos sufrimientos de manera ejemplar.

El Papa Inocencio III la visitó en San Damiano en dos ocasiones. “Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado como la que tiene esta santa monjita”, dijo luego de una de esas visitas. Clara de Asís ascendió al cielo el 11 de agosto de 1253 y fue declarada santa por el Papa Alejandro IV dos años después.

En la actualidad, hay 566 monasterios de clarisas en todo el mundo, con unas 8.960 religiosas.

En la Argentina administran un convento en Puán (Buenos Aires) y otro en Puerto Esperanza (Misiones).