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Miembros de la parroquia María Auxiliadora del barrio Solier de Ushuaia, organizaron un Triduo Preparatorio por su Fiesta Patronal a celebrarse éste martes 24 de mayo; por el cuál, durante tres días (sábado, domingo y lunes) numerosos feligreses participaron y compartieron distintas actividades de reflexión, acompañados por el administrador parroquial, padre Rodolfo Olmedo; y los diáconos Miguel Vera, Daniel Zavala y Juan Carlos Farias.
Sobre el segundo día del triduo que tuvo lugar éste domingo 22 de mayo, el sacerdote Olmedo compartió su reflexión: 2° DÍA DEL TRIDUO: La Cruz
La cruz era una forma de ejecución con la que se condenaba a muerte a los insurrectos que enfrentaban el dominio romano. Cinco notas: Imposición (condena), castigo, humillante, cruel; con una agonía larga y dolorosa.
En la época de Jesús formaban parte del paisaje porque era tiempo de dominio duro, por parte de los romanos, y de rebeliones y sublevación, por parte de los judíos.
Las cruces
De aquí que Jesús llama, simbólicamente, cruces a situaciones dolorosas, muchas veces crueles y humillantes, que son como una agonía interminable y que la limitación de nuestra condición humana y la realidad que construimos nos imponen: la muerte por vejez o enfermedad, enfermedades... Y después: violencias, injusticias...
La cruz sin fe
Las cruces que nuestra condición humana y la realidad que construimos nos imponen pueden ser vividas con resentimiento, o con una aceptación fatalista; y entre estos dos extremos la variedad que imaginemos: depresiones, romanticismos, adicciones...
La cruz con fe
A las que impone la vida, tenemos que sumar las que exige el anuncio del Evangelio.
• Las cruces que nos imponen la limitacion de la condición humana y la realidad que construimos, son vividas con dignidad, entereza, magnanimidad, paciencia. Sin resignación, si con una aceptación madura, esperanzada y luchadora.
• Las que exigen el anuncio del Evangelio y la construcción del Reino solo pueden ser vividas cuando se esta lleno del Espíritu de Jesús y nos dejamos conducir por Él.
Cirenearnos
Simón de Cirene, lo conocemos... Con esta palabra que inventó el Obispo se expresa cómo tenemos que ser solidarios entre nosotros y ayudarnos a cargar nuestras cruces, ya sean las de la condición humana y la realidad, ya sean las del anuncio del Evangelio.
EL ESPÍRITU DE DIOS
El Espíritu Santo no es un master a la trayectoria católica.
Los dones del Espíritu Santo no son una bijouterie exclusiva para que los católicos nos engalanemos.
Jesús les dio el Espíritu a los Discípulos recién cuando los envió a continuar su obra. No antes. Los dones del Espíritu Santo son necesarios para la misión de anunciar el Evangelio y construir el Reino. Sólo quién esta lleno del Espíritu Santo puede subirse a la cruz que implica el anuncio del Evangelio y la construcción del Reino.
Sobre el tercer día del triduo que se realizó éste lunes 23 de mayo, el presbítero también compartió su reflexión:
TERCER DÍA DEL TRIDUO El hombre viejo Soberbio.
Autosuficiente y omnipotente. Busca puestos y se aferra a ellos. Critica todo, impone su opinión y ante los problemas se retira. Crea problemas y busca que los demás los resuelvan. "Usa" a la Iglesia: el es el centro y la Iglesia gira a su alrededor. Cumple con ir a Misa. Su único interés es comulgar.
El Hombre Nuevo Humilde.
Pide ayuda, se sabe limitado. Aporta su carisma, pero esta dispuesto a servir donde haga falta. Atento a las necesidades, siempre esta disponible. Colabora en la solución de problemas, escucha, aporta su opinión, acepta y celebra las ajenas. Sirve a la Iglesia.
La Iglesia es el corazón de su vida y esta gira en torno a ella. Se deja enseñar por la liturgia. Persona de Eucaristía y Comunión.